Sin entrar en el debate sobre la compleja conceptualización de la creatividad (una habilidad, una técnica, un proceso, un resultado, un objetivo o un método…) he de decir que me posiciono en comprenderla como una cualidad humana que contribuye al desarrollo personal y social de una comunidad. Es un valor personal, que busca y estimula al máximo su potencial transformador, intentando que sea un bien y un valor social. Pero de igual manera debe entenderse como un valor educativo, por las habilidades que genera y las actitudes que mejora. Como valor, este no se puede transmitir, si no vivenciar, practicar y compartir.
Educar en esta idea necesita tiempo y reflexión. Pero para promover la creatividad con eficacia es necesario un cambio de mentalidad en el ámbito educativo, y especialmente en el profesorado, en aquellos que ejercen la docencia y en los que todavía se están formando, debiéndose concienciar de que la creatividad es una capacidad muy importante de la vida actual y futura. Es necesario verla como un elemento cotidiano en el aula, que interactúa enriqueciendo las experiencias de aprendizaje. Por ello, necesitamos basarnos en nuevos paradigmas que den lugar a nuevos propósitos formativos, metodologías, estrategias pedagógicas y compromiso de docentes, estudiantes y familias.
Los nuevos retos educativos y los cambios sociales que nos rodean sitúan la educación en un escenario distinto al tradicional, pues la sociedad actual pide y exige creatividad. Ya que se están viviendo momentos de preocupación social que necesitan soluciones diferentes para poder cambiar, y así conseguir equilibrio y progreso.
Incentivar la creatividad en las aulas es importante, pues estimula a los estudiantes para la búsqueda de la verdad o el conocimiento, haciéndose a través de procesos de descubrimiento y de investigación.
La creatividad posee una doble dimensión. Por un lado permite al menor la invención de dibujos originales y la escritura de textos imaginarios y formas musicales novedosas. Por otro lado se convierte en una herramienta mas que permite al niño buscar soluciones alternativas ante un problema, generar nuevos repertorios de respuesta etc. La creatividad se convierte en un recurso para afrontar las circunstancias mas adversas.
Pero la naturaleza de la creatividad es una cuestión complicada. Pues, para plantear su desarrollo es necesario que el docente conozca cual es su naturaleza, cuales son los elementos que la constituyen, identificar las características que hacen que un producto o un proceso pueda categorizarse como creativo, qué funciones cognoscitivas se presentan o se requieren para llegar a ella, que tipo de contextos escolares favorecen que la creatividad se enriquezca, cuales son los pasos o etapas que se recorren en el proceso de producción de la misma, entre otros planteamientos igualmente importantes. Es necesario ver la creatividad como un elemento cotidiano en el aula que interactúa enriqueciendo las experiencias de aprendizaje
Pero, ¿como se define la creatividad?. La creatividad es algo que todos tenemos en diferente medida, no es un calificante fijo, se puede desarrollar en grados variables y puede encontrarse en todas las facetas de la humanidad, esto se puede observar cuando las personas intentan hacer las cosas de una manera diferente, cuando aceptan los retos para solucionar problemas que afectan directamente a su vida.
La creatividad es la capacidad para engendrar algo nuevo, ya sea un producto, una técnica, un modo de afrontar la realidad que ayuda a romper con lo tradicional, las ideas estereotipadas y los modos generalizados de pensar y actuar.
La creatividad siempre ha estado presente en el ámbito educativo, aunque no haya sido de forma explicita. Las personas contamos con un potencial creativo innato que debe ser estimulado incidiendo en una educación creativa, cosa que no sucede en la gran mayoría de las asignaturas que imparten los docentes a aquellos futuros maestros. Si somos el futuro, por qué no se nos prepara para ello, por qué nos siguen impartiendo las clases de la forma mas tradicional y aburrida, la respuesta es sencilla, por que es lo que menos tiempo lleva. Si todos fuéramos conscientes del cambio que se necesita, y pusiéramos empeño quizá algún día, podremos presumir de una buena educación.
Raquel Alejo.
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