No siempre ha sido ni es una tarea fácil
elegir qué tipo de educación queremos para nuestros futuros hijos ¿verdad? A
finales del siglo XIX surge un movimiento pedagógico cuyo fin es cambiar la
educación, mejorar su calidad y desarrollo. Este movimiento se llamó “Escuela
Nueva” y buscaba los intereses de los estudiantes, desarrollar sus habilidades
siendo ellos el centro de atención. Los avances que supuso este movimiento
pedagógico perduran a día de hoy.
Una de las características más llamativas
de la Escuela Nueva es el no realizar exámenes. En este campo se abre una de
las principales críticas a esta pedagogía, pues tales pruebas servirían para
llevar un control de los aprendizajes de los alumnos. Además, hoy en día,
partiendo de la base de cómo está estructurado el sistema educativo, sería
inconcebible pensar en una escuela sin exámenes. Para poder optar a estudios
superiores por ejemplo universitarios, es obligatorio realizar exámenes
externos, por lo menos en el sistema español.

Por otro lado, si no nos centramos solo
en los recursos materiales como podían ser los sonidos encajables, objetos de
distintos colores y formas, alfabetos móviles… nosotros mismos como futuros
profesores podemos coger características que personalmente pensemos que pueden
aportar algo positivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje de nuestros
alumnos.
Así, han aparecido en la actualidad
muchos centros que han recogido algunos de los principios de la Escuela Nueva.
Uno de ellos es el colegio Santa María la Blanca. Hace aproximadamente un año
vinieron a darnos una “charla” dos profesores del centro sobre cómo era el día
a día en las aulas. Su metodología me recordó mucho al Plan Dalton diseñado a
finales del siglo XIX,
aprendizaje
que se caracteriza por el respeto a la individualidad del alumno para que
realice su trabajo con total libertad. Los alumnos, como hacían en el colegio
ideado por Helen Parkhurst, regulan por sí mismos el ritmo y el curso de su
trabajo, lo hacen a través de guías, elemento clave recogido del Plan Dalton.
Así, el niño puede realizar en un día lo correspondiente a varios, llevando a
cabo su guía que consta de unidades de trabajo, bibliografías, documentación…
Lo único que noté diferente entre Santa María la Blanca y el Plan Dalton era
que en el primero sí se realizan exámenes, pero no como se hacen normalmente en
los centros educativos. El alumno o alumna, cuando termina la guía de una
unidad, le comunica al profesor qué día quiere y se siente preparado para hacer
el examen, en vez de hacerlo todos los alumnos el mismo día.
En este enlace podreis ver un vídeo en el que se explica mejor el funcionamiento del colegio
https://www.abc.es/familia/abci-entra-aulas-santa-maria-5587873023001-20170925015806_video.html#
Por otro lado, en Madrid hay varios
colegios que se han inspirado en la metodología Montessori (también incluida en
la Escuela Nueva), la cual pretende la garantía de educación integral de los
alumnos. Uno de estos colegios es el C.P.EE Maria Montessori, situado en Parla.
Los principios educativos en los que se enfoca el colegio son la inclusión, la
práctica, la investigación, la innovación, participación… como bien sabemos,
una de las ideas que caracterizó a Maria Montessori son los materiales
sensoriales.
Aquí os dejo un vídeo para que podáis vosotros y vosotras, como futuros maestros, crear un rincon multisensorial.
Como hemos podido comprobar, los 30 principios de la
Escuela nueva aún tienen gran influencia y vigencia en nuestros días, y ayudan
a evolucionar hacia una educación entrada en el alumno, en sus intereses y
aptitudes, con el fin de llegar tanto a un éxito educativo como personal.
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