“Los tiempos cambian, las escuelas también"
Ver la educación de la misma manera que la veían nuestros padres y abuelos, debería comenzar a eliminarse de la mente de todos los miles de maestros que a día de hoy ejercen o se preparan para ello.
La educación siempre ha sido una de las bases fundamentales de cualquier provincia, estado, o país. Sin esta, no aprenderíamos; y si no aprendemos, no avanzamos, eso esta claro.
En los últimos años, la educación se ha propuesto evolucionar al mismo ritmo, o por lo menos intentar avanzar y adaptarnos a los tiempos que corren.
Y es que hace 40 años nadie podía pensar que trabajar sin un libro de texto en la mano era viable. Que un alumno pudiera aprender de diferentes maneras y formas, que se pudieran reforzar diferentes habilidades en cada uno de ellos, y de igual manera, fomentar sus mejores cualidades y plasmarlas para mejorar la calidad y el rendimiento educativo de este.
Debemos recordar y comenzar a darnos cuenta del gran auge y potencial de las nuevas tecnologías, inevitable en estos momentos al encontrarnos rodeados de aparatos electrónicos, quizás a veces de manera excesiva.
Tanto cuando hablamos de pizarras digitales, hasta cualquier nuevo método que empleemos haciendo uso de las TICS, estamos innovando y aprendiendo. Sobretodo adaptándonos a estos nuevos tiempos. Muchas aplicaciones conocidas y cotidianas son cada vez más usuales en las aulas españolas. Estas, han servido para ayudar tanto al maestro como al niño, facilitando y mejorarando el día a día dentro del aula. Creando muchas veces un ámbito de estudio más cotidiano y lúdico.
Destacaré algunas de ellas como Attendance, Plickers o Nearpod. La segunda, Plickers, resultó un gran descubrimiento personal, teniendo un resultado muy satisfactorio como alumna de magisterio durante el periodo de prácticas.
Muchos de mis compañeros fueron también participes y cómplices de como esta aplicación, revolucionaba la clase de prácticas en unos segundos. Y es que, era nombrar “Plickers” y que a todos los alumnos se les comenzara a dibujar a una sonrisa.
Debe ser y quise creer que esto sucedía porque todavía las tecnologías en el aula no están del todo implantadas, no se ven cotidianas. Y esto, hace que a los alumnos les motive el utilizar nuevos métodos, el innovar. Desde el momento en que con el niño innovas y creas métodos de estudios diferentes, les motivas y creas en este un afán de aprender casi involuntariamente. Mejoras a través de una aplicación que se basa simplemente en responder a preguntas tipo test sobre cualquier tema. La profesora proyecta las preguntas en la pizarra, y con su teléfono móvil, va pasando uno a uno, analizando las respuestas que dan y reflejando el resultado sobre la misma pantalla digital.
De esta forma, cada uno puede ver sus aciertos y errores. Se comparan entre ellos, les gusta. Nunca pensé que una aplicación podría ser tan útil en el día a día y dentro del aula.
He aquí un link de corta duración para entender como se utilizan los Plickers.
Pongratz decía que con las nuevas tecnologías dentro de las aulas, no sólo pueden mejorar la enseñanza y el aprendizaje, sino también mejorar los servicios, abrir nuevos modelos de participación, utilizar sus recursos de manera más sostenible y permitir nuevas opciones para la investigación.
Además, existen diferentes métodos puestos en práctica en ya muchos centros españoles, como lo es el conocido aprendizaje cooperativo. Que va más allá de que los alumnos trabajen y se ayuden entre sí. Habla de ser capaces de distribuirse tareas, aprender a respetarse, a la disolución de problemas, creando una experiencia tanto social como académica. Viendo y descubriendo que si es posible una educación digna para todos, donde la escuela sea ese lugar en el que el niño interacciona con el medio, donde comienza a descubrir y a aprender, a desarrollar un pensamiento crítico y a tomar sus propias decisiones.
Las innovaciones educativas, por ello, no se basa en otra cosa sino en ver la escuela desde otra perspectiva. Dicen que la escuela es el reflejo de una sociedad. Pero, como bien decía Cesar Bona en una entrevista, el caso no es que la escuela sea el reflejo de una sociedad, sino ser capaces de entender que la escuela puede llegar a cambiar esa sociedad.
Proyectos pedagógicos que cada vez nos suena más y son más conocidos. Y es que los colegios y escuelas se han dado cuenta de que otros muchos, ya han decidido comenzar a poner su granito de arena, a cambiar y diseñar nuevas clases y métodos de enseñanza. El juego, entre otras cosas, se ha demostrado que puede ser un gran aliado en educación. Que puede servir como una herramienta de aprendizaje para motivar al alumno y hacer que este se implique en las tareas, una forma de utilizar la mente e, incluso mejor, una actitud sobre cómo utilizar esa mente.
Bruner, en 1984, hablaba de una serie de características que genera el juego en el niño tales como el placer e interés, además de desarrollar la creatividad, la curiosidad y la imaginación. Activa de igual forma el pensamiento divergente, favorece la comunicación, la integración y la cohesión grupal, además de facilitar la convivencia...
Otro autor cada vez más conocido en todo el mundo por sus ideas innovadoras es Gardner. Este también hablaba de una serie de conceptos que deberíamos empezar a comprender y utilizar. No son más que las inteligencias múltiples.
Estas hacen referencia a que no existe una única inteligencia como tal. Gardner habla de que en realidad, existen 8 inteligencias; inteligencia lingüistica, inteligencia lógico-matemáticas, espacial, musical, corporal y cinestésica, intrapersonal y naturalista.
Gardner afirma que todas las personas son dueñas de cada una de estas ocho inteligencias. Aunque cada cual destaque más unas que otras, todas son importantes y se pueden desarrollar. Por lo que como vemos, no existe una sola inteligencia,sino muchas que se complementan entre ellas y que pueden ser y son de igual importancia. Además, debemos intentar que cada alumno logre alcanzar al máximo todo su potencial, de la mejor manera y adaptándose a cada una de sus necesidades .
Por todo ello, como vemos, conocer y entender la educación desde otro enfoque y punto de vista diferente no suena tan descabellado. Dado a las circunstancias del momento, a los tiempos que corren, al gran fracaso escolar que existe todavía en muchos centros españoles, a la monotonía del día a día. A la típica frase de “abrir el libro por la página 45” y pasarnos toda la hora leyendo y escuchando. A hacer los típicos dictados y ejercicios que si no se terminan en clase, se mandan para casa. Todo ello, merece una propuesta de cambio.
Abrir los ojos y ver como la educación esta dando un gran cambio en nuestros tiempos. Como ya lo hicieron pedagogos como Decroly, Pestalozzi y Montessori durante la era de “la escuela nueva”. Que para mi, fue uno de los momentos culmines de la educación, donde conseguimos dar un paso más allá.
Es por ello que no debemos dejar de hacerlo. De soñar y de creer. Creer que mejorar la educación siempre es posible. Que debemos estar activos, estar siempre atentos a nuevas ideas y nuevos conflictos en el aula, ya que un maestro aprende durante toda su vida, durante toda su etapa como docente.
No olvidarnos de que el cambio comienza desde dentro, desde las escuelas y desde uno mismo. Siempre recordando que los tiempos cambian, y que las escuelas no deben de ser para menos.
María Sarabia Sánchez
Magnífica aportación María. Me alegro que la experiencia en las prácticas fuese tan positiva.
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